Dermatitis seborreica

¿Qué es la Dermatitis Seborreica?

La causa exacta no está clara, si bien, se han implicado dos factores principales: una piel seborreica (“grasienta”), por influencia hormonal androgenética; y la afectación microbiana, habiéndose implicado a un tipo de hongo (Malassezia furfur).

Existen varios factores agravantes como estrés, fatiga, ingesta de alcohol, dieta grasa, obesidad, clima frío y seco.

No se ha descubierto ningún mecanismo de transmisión hereditaria a pesar de la elevada incidencia de esta condición en algunas familias.

Es importante hacer hincapié en el hecho de que la dermatitis seborreica no es un proceso contagioso.

¿Es frecuente en la población general?

La dermatitis seborreica del adulto es probablemente la forma más frecuente de eczema, teniendo una prevalencia del 5% y con una incidencia mucho más alta. Es de destacar la mayor frecuencia de aparición en varones.

¿Cómo se diagnostica la dermatitis seborreica?

La historia clínica y la exploración dermatológica son los dos puntos claves para el diagnóstico y no suelen ser necesarios ninguna prueba ni estudios analíticos.

¿Qué cuidados generales deben realizarse?

Es importante que el paciente sepa que la dermatitis seborreica es un proceso crónico con brotes de empeoramiento, y que el tratamiento va a ir dirigido a controlar los síntomas, no a curar la dermatitis. Además, debe saber que el tratamiento habrá de mantenerse durante periodos largos y repetirse en brotes sucesivos. La mayor parte de los pacientes toleran bien las medidas higiénicas con agua y productos de uso habitual, pero a veces se requieren jabones neutros sin detergentes. Se aconseja evitar cosméticos de contenido graso o alcohol, duchas de agua muy caliente, ambientes con calefacción central o aire acondicionado.

Los alimentos no se han relacionado con el inicio de la enfermedad por lo que no está justificada ninguna restricción dietética, excepto evitar abusar del alcohol y alimentos picantes.

¿Cuál es el tratamiento de la dermatitis seborreica?

El tratamiento es principalmente tópico (aplicado directamente sobre la piel) a base de lociones, cremas y champús. En el cuero cabelludo se usan champús antifúngicos (contra los hongos) que pueden contener cualquiera de estos productos: sulfuro de selenio, piritiona de zinc, piroctona olamina, azoles o ciclopiroxolamina. Otras veces se usan champús o lociones de alquitrán de hulla. En cuadros graves, se asocian corticoides tópicos.

En la cara se aconseja el lavado diario con gel antifúngico, así como la aplicación de cremas o lociones de corticoides y antifúngicos. Actualmente se emplean dos nuevas medicaciones, tacrólimus y pimecrólimus, inmunomoduladores tópicos indicados en casos graves o resistentes a tratamientos habituales.

Los tratamientos sistémicos (vía oral) sólo están indicados en casos de dermatitis seborreica generalizada o eritrodermia (enrojecimiento general de la piel) y debe ser llevado por el dermatólogo.

La dermatitis seborreica infantil tiene una naturaleza autolimitada y responde satisfactoriamente a las medidas higiénicas generales. En casos persistentes o muy extensos, se aconseja usar crema de antifúngico e incluso ciclos cortos de corticoides tópicos.

¿Es posible la prevención de la dermatitis seborreica?

No existen medidas concretas que impidan la aparición de esta dermatitis debido a que su causa no está aclarada.

Los pacientes deben seguir las medidas y pautas terapéuticas que aconseje su dermatólogo.