Carcinoma Epidermoide O Espinocelular

Carcinoma Epidermoide O Espinocelular

El carcinoma escamoso o epidermoide también conocido como espinocelular deriva de los queratinocitos. Es responsable del 20% de los cánceres de piel. Es el segundo cáncer de piel más agresivo y puede en determinadas circunstancias producir metástasis.

Están relacionado con las radiaciones ultravioletas y menos frecuentemente con otras causas. Se observa preferentemente en zonas expuestas al sol como frente, cara, cuello, dorso de las manos, orejas, cuero cabelludo y labios. Menos frecuentemente, se da en relación con úlceras crónicas, quemaduras, cicatrices de vacunas, fístulas, etc…

El carcinoma escamoso también es más frecuente en pacientes con genodermatosis como xerodermia pigmentosa y albinismo. También se puede ver en relación con otra dermatosis como la epidermodisplasia verruciforme y el liquen escleroso y atrófico. Los pacientes con inmunodeficiencia secundaria, como trasplantados renales, tienen mayor incidencia de carcinoma epidermoide. Factores causales son la luz ultravioleta, los hidrocarburos, la irritación crónica y el virus papiloma humano. Puede aparecer en los bordes de úlceras crónicas. Histológicamente, es un carcinoma sólido con diferenciación córnea en forma de perlas córneas, disqueratosis aisladas y puentes intercelulares prominentes.

El carcinoma escamoso tiende a recidivar especialmente en los casos en los que hay invasión profunda y poca diferenciación, así como invasión perineural. En pocas ocasiones, los cánceres de células escamosas pueden propagarse a los ganglios linfáticos o a áreas distantes. El riesgo de metástasis varía de 1 a 5%; en algunas localizaciones, como úlceras crónicas y lesiones perineales, puede ser de 30-60%. Las metástasis se producen hacia los ganglios linfáticos regionales y por vía hemática al pulmón. Si esto ocurre, puede que sea necesario administrar tratamiento adicional con radioterapia, quimioterapia, o ambas.

El tratamiento del carcinoma espinocelular es especialmente prometedor cuando se inicia durante un estadio temprano de la enfermedad. Por eso hablamos tanto de prevención y detección precoz. El tratamiento óptimo consiste en la eliminación quirúrgica del tumor. Se pueden emplear diferentes clases de cirugía:

Escisión: cortar el tumor junto con un margen pequeño de piel normal

Legrado (curetaje) y electrodesecación: este método algunas veces resulta beneficioso para el tratamiento de carcinomas de células escamosas pequeños y delgados pero no se recomienda para tumores más grandes.

Cirugía de Mohs: la cirugía de Mohs tiene la mejor tasa de curación. Aconsejamos especialmente para tumores que están localizados en ciertas áreas de la cara o en zonas de especial riesgo, los que no tienen bordes bien definidos, que han reaparecido después de otros tratamientos, para un cáncer que se está extendiendo a lo largo de los nervios debajo de la piel, etc.

Raramente los cánceres de células escamosas pueden propagarse a los ganglios linfáticos o a áreas distantes. Si esto ocurre, puede que sea necesario administrar tratamiento adicional con radioterapia, quimioterapia, o ambas.