Epitelioma Basocelular

¿Qué es el Epitelioma Basocelular?

El epitelioma basocelular es el cáncer más frecuente del organismo. Aunque la palabra “cáncer” produce una lógica preocupación en todas las personas, esta forma de cáncer solo se localiza en la piel y no se extiende (metástasis) al resto del cuerpo. Sin embargo, si este tumor no se trata tiene la capacidad de destruir la piel que le rodea o incluso puede extenderse en profundidad llegando a afectar al hueso que existe debajo de la piel, por ello es fundamental tratarlo lo antes posible (aunque sin una urgencia inmediata como ocurre en otros tumores).
La causa de este tumor es la exposición repetida al sol a lo largo de la vida, como ocurre con agricultores, marineros, las personas que hacen deportes al aire libre, las que practican la jardinería, o las que pasean con frecuencia al sol. Además cada vez aparece con más frecuencia porque pasamos más tiempo fuera de casa y al aire libre y al disminuir la capa de ozono, penetran más rayos solares dañinos en la atmósfera de la tierra.

Las personas más susceptibles a tener este tumor son aquellas que tienen ojos y piel clara y pelo rubio o los pelirrojos, aunque nadie está libre de presentar este tumor y suele aparecer en la edad adulta porque es necesario que pasen bastantes años para que las células de la piel se vuelvan malignas.

Lógicamente este tumor suele localizarse en las zonas del cuerpo no cubiertas como son la cara, los oídos, la nuca o el cuero cabelludo y suele presentarse como un pequeño grano de color ligeramente rojizo, a veces con un aspecto perlado, que tiene pequeñas venitas en la superficie y que suele picar un poco. Otras veces aparece como una herida pequeña que parece que cura formando una pequeña costra o escama pero que al poco tiempo vuelve a aparecer y no acaba de curar tras varios meses.

El carcinoma basocelular puede ser tratado con diversos métodos como son la electrocirugía (quemar), la criocirugía (congelar), la cirugía, o con radioterapia. Todos ellos se realizan con anestesia local (un pequeño pinchazo en la zona que se va a tratar). El tratamiento de elección depende principalmente del tamaño del tumor y de su localización. Con cualquiera de los tratamientos el porcentaje de curación es del 95%.

Los tumores grandes o los que se localizan en ciertas zonas como la nariz, alrededor de los ojos o detrás de la oreja tienen un porcentaje de curación menor, aunque si recidivan (vuelven a aparecer) pueden ser tratados nuevamente con el mismo procedimiento o con otro distinto, por ello, desde hace unos años se aplica una nueva técnica, muy desarrollada en EEUU que se llama cirugía micrográfica de Mohs y que consiste en analizar la pieza del tumor en el mismo momento de la intervención para ver si queda algún resto del mismo que el ojo humano (en este caso del cirujano dermatológico) no es capaz de ver y por lo tanto seguir ampliando la zona a tratar. Con esta técnica se ha demostrado que la tasa de recidivas es mucho menor, aunque no está indicada para todos los carcinomas basocelulares, sino para aquellos que están en esas localizaciones más peligrosas o para los tumores que han reaparecido en alguna ocasión.

Puesto que se trata de una lesión cancerosa todos los tratamientos van a producir una cicatriz, lógicamente será más pequeña cuanto más pequeño sea el tumor y dependerá de la localización del mismo, puesto que hay zonas del cuerpo que cicatrizan peor (como el tronco) y otras mejor (afortunadamente como la cara).

Consejos

Las personas que han presentado un carcinoma basocelular tienen más posibilidades de presentar otros tumores similares a lo largo de su vida por lo que le recomendamos los siguientes consejos.

  • Siga los consejos de protección frente al sol que se le han indicado. Esto es muy importante pues la única forma de prevenir la aparición de éste y otros tumores cutáneos es evitar la exposición al sol. Además, dado que el 85% de la exposición solar que recibimos a lo largo de la vida se produce fundamentalmente durante los primeros 18 años, es especialmente importante la protección en los niños. Recuerde que debe aplicarse una crema protectora con un factor por encima de 15, que debe evitar el sol entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde y que debe volver a aplicarse la crema tras el baño o cada 2 horas aproximadamente.
  • Debe consultar si presenta en la cara cualquiera de las siguientes lesiones:
    a. Una erosión o úlcera que no cura en 3 ó 4 semanas.
    b. Una pequeña tumoración deprimida en su centro.
    c. Si ha presentado últimamente un pequeño abultamiento de la piel de color normal, rojizo o marrón.
  • Aunque su tumor ha sido extirpado, otro tumor puede aparecer en el mismo sitio o cercano a él, estas recurrencias normalmente aparecen tras los 2 primeros años de haber tratado el tumor, por lo que es conveniente que acuda periódicamente a las revisiones que se le indiquen para detectar precozmente las recidivas o la aparición de un nuevo tumor.