Salud capilar


¿Qué es la alopecia?


Es la pérdida anormal o rarefacción del cabello. El término se considera un sinónimo de calvicie. Lo más frecuente es que esa pérdida de cabello se produzca en la cabeza, pero también puede afectar a cejas, pestañas, barba, axilas y la zona genital.


¿Cuáles son las causas de la alopecia?


La causa más frecuente y habitual de la calvicie es la alopecia androgenética. Esta alopecia es debida a la herencia de cada uno, que proporciona una sensibilidad especial a los andrógenos u hormonas masculinas.

En general, las alopecias se pueden distinguir dos grandes grupos:

Alopecias fisiológicas, únicamente influenciadas por el desarrollo evolutivo del individuo. Pueden ser:
Estacional o cíclica
Androgenética
Menopáusica
Posparto
Alopecias Patológicas, mediadas por factores patógenos. Se encuentran:
No cicatrizal: son aquellas alopecias reversibles en teoría. Pueden ser psicógena (estrés y
tricotilomanía), por carencias alimentarias (anemia, déficit de vitaminas), hormonal (androgenética, alteraciones del tiroides), inmunógena (areata), infecciosa (bacterias, hongos), secundaria a la toma de medicamentos (anticoagulantes, enalapril, alopurinol, quimioterapia)
Cicatrizales o no reversibles: congénita, física, infecciosa, tumores y dermatosis, alopecia frontal fibrosante.


¿Cómo se diagnostica la alopecia?


El diagnóstico tiene que pasar por un necesario reconocimiento médico exhaustivo realizado por el dermatólogo para identificar o descartar las posibles causas. Para realizar el diagnóstico diferencial es importante la historia clínica con recogida de datos, exploración sistémica y local y en ocasiones capilaroscopia, pruebas analíticas o biopsia.


¿Cómo se trata la alopecia?

Una vez diagnosticada y clasificada el tipo de alopecia que sufre el paciente, el dermatólogo se decide por uno o varios tratamientos tópicos u orales.

El minoxidil se utiliza en forma de loción o espuma, a concentraciones entre el 2% y el 5%. Este es un fármaco vasodilatador que reduce y retrasa la caída del cabello.

El uso de complementos alimenticios que nutren y favorecen el crecimiento del cabello, como aminoácidos (L-cistina), vitaminas (B12, ácido fólico) y oligoelementos (zinc, hierro, selenio)

La dermoinfiltración de fármacos o mesoterapia capilar, que es la aplicación directa de preparados que enriquecen la nutrición capilar, mejorando el crecimiento del cabello.

Por vía oral se pueden administrar una serie de fármacos que tratan la causa de la alopecia. Si existe una enfermedad de base, se administrará antimicóticos, antibióticos, corticoides, ácido fólio, hierro, etcétera.

En la alopecia androgenética se puede indicar el finasteride o dutasteride (tanto en hombres como en mujeres menopáusicas) para disminuir el impacto negativo de la hormona masculina. Con ello, se consigue detener dicho proceso en un alto porcentaje de casos. En mujeres en edad fértil se puede utilizar anticonceptivos orales junto con el acetato de ciproterona, un competidor de la hormona masculina.

Cuando la alopecia entra en fases muy avanzadas la única solución médica posible y definitiva es la cirugía capilar, pero no todas las alopecias se van a beneficiar de la cirugía.